Quiosco Santamaría, el decano de Laprospe

 A finales de la década de los cuarenta, Manuel Santamaría inicia su actividad comercial en una tabla junto las cajoneras del antiguo mercado en lo que hoy es la plaza de Prosperidad. Se dedicaron a venta e intercambio de novelas etc.

 A Los pocos años, inicio de la década de los 50 logran el permiso para distribuir periódicos e inmediatamente instalan un pequeño quiosco de madres pintada de verde que se ubica en la esquina de López de Hoyos con Mantuano, frente a la fachada de la farmacia Cantón, junto al nuevo edificio del mercado..

 Nos cuenta Ana Santamaría, hija del fundador, que era pequeño, que para entrar en el había que agacharse por una trampilla. Para que nos hagamos idea nos describe como se alumbraban con un carburo ( con llamita similar a la de una vela), o que para combatir los rigores de aquellos inviernos con nevadas, usaban el brasero de cisco ( carbón vegetal).

 Pocas décadas después pudieron instalar un quiosco más moderno, ya de meta,l al que podía accederse sin tener que agacharte. Aún así nos cuenta como por protección tenía unas rejas metálicas que había que quitar y poner a diario, teniendo que cruzar la calle para guardarlas mientras permanecía abierto.

 Ese quiosco "moderno" duró hasta la reforma de López de Hoyos con ocasión de finalizar su ampliación en 1993. Por normativa municipal, se le avanzó unos metros para que dejara libre la visión a los vehículos que llegan por Mantuano. En acero inoxidable y dispuesto para solo tener que abrile sin aquella necesidad de "montar la exposición". Con luz eléctrica que ya contaba el de hierro azul, con teléfono e incluso punto de conexión wifi. Nada que ver con aquel  verde de madera ni mucho menos con aquellas tablas con las que empezaron. 

Si desde los años cuarenta la familia Santamaría  nos facilita la prensa en Laprospe. Primero Manuel y luego Ana, hija del fundador junto a Gregorio Calogo, su marido, lo regentan hace 35 años.

 Pero hoy día es Ignacio Calonge, hijo de la pareja, quien atiende el día a día, manteniendo el oficio familiar y orgulloso de ser ya tercera generación distribuyendo prensa y todo aquello propio de los quioscos. Desde estas letras los mejores deseos para esta familia singular que ha construido en no poco historia del barrio de Prosperidad.

 

Videoentrevista por el sesquicentanario